¿Pelea o estrategia de los hermanos Rodríguez Saá?
“No hubo acuerdo”, concedió sin la habitual sonrisa gardeliana el expresidente, escoltado por su esposa, desde el balcón interno de la sede del PJ ante un puñado de seguidores que repetía “Adolfo querido, el pueblo está contigo”.
Antes un Alberto Rodríguez Saá (69) con gesto atrabiliario había salido presuroso de la reunión y se subió a la nueva Toyota SW4 polarizada para abandonar la “casa peronista”.
Así se dejaron ver públicamente hoy los hermanos Rodríguez Saá tras la promocionada cumbre por la “unidad” que fracasó, según la versión oficial.
En síntesis expusieron que lejos de sosegarse, la disputa se profundiza. El capítulo de hoy disparó una vez más la pregunta: ¿Están peleados o es una estrategia para eternizarse en la cima del poder?
¿Sobre qué “no hubo acuerdo”?
El interrogante conduce a responder que no definen cuál de los dos será el candidato a gobernador en 2019.
La sucesión es justamente lo que muestra enfrentados a los hermanos Rodríguez Saá en los últimos tiempos.
Adolfo (71) ya se autoproclamó “precandidato a gobernador”. Por su parte, Alberto todavía no expresó si se postulará a la reelección y después irá por la presidencia.
El expresidente que tiene el comando del partido enfundó hoy a los dirigentes con remeras azules que publicitan su sexta candidatura a la gobernación e inundó de carteles con su rostro. En medio de ese clima Alberto volvió de visitante a la sede.
Ayer desde el acto que se realizó en Terrazas del Portezuelo para lanzar un plan de viviendas, se redobló la apuesta por la reelección de Alberto.
El actual gobernador no censuró la movida que quedó retratada en una foto que circula por las redes sociales.
Detrás de esa puesta en escena se da fe que los hermanos Rodríguez Saá verdaderamente luchan por el poder.
En esa pelea tienen roles asignados la esposa de Adolfo, Gisela Vartalitis y el secretario General de la Gobernación, Alberto Rodríguez Saá, hijo del actual gobernador, y agitan la interna familiar.
Desde la oposición, el senador Nacional, Claudio Poggi (55) descree y dijo que se trata de “una obra de teatro berreta de hermanos que se creen con derechos hereditarios sobre el Gobierno de la Provincia de San Luis”. El exgobernador tiene claro que a uno de los hermanos Rodríguez Saá enfrentará por la primera magistratura provincial en 2019. Por eso está metido de lleno en el armado de un plan participativo que tiene cuatro ejes: trabajo, familia, educación e institucionalidad.
En ese contexto, intendentes, diputados y senadores que históricamente permanecieron consagrados a un poder bifronte, ahora son obligados a optar por alguno de los hermanos.
Así, intendentes alineados en el adolfismo acusan a los ministros de cerrarles las puertas y discriminarlos. El expresidente contraataca con el bloque de diputados amenazando con meter en mano el presupuesto y aumentar las partidas para las comunas.
“Tuvimos un diálogo. No hubo acuerdo. Seguimos con nuestra lucha. Adolfo gobernador 2019”, resumió el cinco veces gobernador ante la atenta mirada de Gisela Vartalitis que exultante con el puñado cerrado en lo alto disparó: “Bravooo”.
Un instante antes el diputado albertista de paladar negro, Alfredo Domínguez, quien se asumió como portavoz dejó abierta la puerta a una posible elección interna por la gobernación entre los hermanos Rodríguez Saá. Y agregó: “… lo que no tiene que llegar es la sangre al río”. Por ahora el final está abierto.